¿Quieres saber cómo? Venga, va, te lo cuento, pero si lo que esperas es un paso a paso de cómo he conseguido volver a tener pareja, lo siento, no es aquí.

No, no tengo pareja, pero SÍ, he rehecho mi vida por completo.

Rehacer mi vida ha significado para mí muchísimo más que volver a tener pareja.

Ha significado dejar atrás a las personas que me restaban energía, cambiar de trabajo, conseguir una hipoteca para mí solita, criar a mis hijas yo sola durante dos semanas al mes, aprender a disfrutar de vivir sola las otras dos semanas del mes, descargarme Tinder, enfrentarme al ghosting, superar miedos que se antojaban insuperables, cumplir sueños con los que ni siquiera me había atrevido a soñar, viajar sola, aprender a marcar mis límites, a decir lo que me gusta y lo que no, decidir que no me voy a volver a quedar sin hacer algo que deseo por no haberlo intentado y, sobre todo, volver a quererme, muchísimo más de lo que nunca me quise.

Por eso, entenderéis que cada vez que alguien me pregunta si he rehecho mi vida, me den ganas de estamparle un huevo en la cabeza, que creo que es lo más violento que podría hacer yo jamás.

Si tú también has rehecho tu vida, cuéntamelo en comentarios.

Y si aún estás a medio camino, puedo ayudarte con tu plan.

¿Y cómo me puedes ayudar?

Te casaste pensando que sería para toda la vida. O puede que tuvieras alguna mínima duda, pero ese era tu mayor deseo.

Querías pensar que sí, que ibais a ser felices y comer perdices para siempre.

Pero llega la vida y te dice que no, que esos eran tus planes, pero que ella tiene otros mejores.

—¿Mejores? Vete a la mierda, Vida, guapa. Esto no es mejor. Esto es una putísima mierda. Yo no me casé para divorciarme. Me casé para formar una familia feliz. Éramos una pareja ideal, ¿recuerdas?

—Pues tú verás, bonita, pero aquí mando yo y te estoy diciendo que esto se acabó, así que piensa en cómo lo vas a gestionar.

Seguir leyendo…